No habrá corte de cinta, pero la inauguración de hoy de la gobernadora bonaerense no será una más. “El tema cárceles fue ocultado y olvidado por el anterior gobierno provincial”, asegura María Eugenia Vidal en diálogo con Infobae.

En medio de la mayor sobrepoblación de la historia penitenciaria argentina con más de 43 mil detenidos entre comisarías y penales de la provincia de Buenos Aires y un exceso que también aqueja al Servicio Penitenciario Federal, la mandataria recorrerá esta mañana junto al ministro de Justicia Gustavo Ferrari -de cuya cartera dependen las cárceles provinciales- la “unidad modelo para jóvenes” del distrito bonaerense de Campana, con capacidad para más de 600 internos de entre 18 y 21 años, que costó más de $700 millones y que buscará una reincersión social de la que hoy carece el sistema.

“Tenemos que generar una política penitenciaria que genere mayor reinserción”, resaltó la gobernadora en compañía del ministro Ferrari.

En rigor, los primeros internos, unos 50 jovenes provenientes de diversos establecimientos bonaerenses, ingresarán a la nueva cárcel el próximo lunes. El desembarco será gradual, hasta completar las 616 plazas en para de año. “La población joven es la más conflictiva”, explicó Ferrari.  De acuerdo a cifras de 2018, un 43% del total tumbero está imputado por robos agravados y hurtos. Se estima que la mitad de los presos todavía no tienen condena firme.

El SPB superó su cupo máximo para alojar detenidos en 2013 cuando aumentó su número de internos en unos 414 más, el comienzo de la escalada. De ahí en más todo fue exponencial. El número aumentó a 2.691 presos más en 2014, otros 4.673 en 2015. Los dos primeros años de macrismo trajeron 16 mil presos más, unos 6.010 en 2016 y otros 9.962 en 2017.

Fuente: Infobae.com