En la localidad de Leandro N. Alem, ubucada a 90 km de la capital misionera, sucedió un hecho que provocó la bronca y el estupor de toda la comunidad, al conocerse que a pocos días de realizarse la tradicional fiesta de egresados, el dinero y el responsable de su cuidado habían desaparecido.
El monto del desfalcó rondaría los $200 mil, los cuales fueron producto de distintas actividades organizadas por los alumnos a lo largo del año para financiar la fiesta.
Liliana, madre de una alumna de la escuela Normal de Leandro N. Alem, dialogó con Misiones Online para contar pormenores de un caso que sorprendió a toda la provincia y mantiene con profunda tristeza a más de una centena de chicos que soñaban con una fiesta de egresados,“Lo querían como un hermano, lo eligieron mejor compañero por eso es una desilusión muy grande”. La mujer confió que fueron horas desesperadas, no solamente por la ausencia del dinero que habían pagado en cuotas para paliar los gastos organizativos del evento, sino por algunos mensajes del involucrado y publicaciones en redes sociales, dando a entender que podría quitarse la vida por lo ocurrido.
Fue el padre y un tío de este joven, los que se hicieron cargo en parte del dinero gastado para que la fiesta pueda salir mañana. El resto corrió por cuenta de los otros padres, ayuda del municipio.
Antecedente rosarino
Hace unos meses en una escuela de enseñanza para adultos de Rosario, uno de los alumnos, encargado de recolectar el dinero de la cena de egresados, se fugó con la plata y no da señales de vida.
Los decepcionados compañeros le dieron un ultimátum de 48 horas para que devuelva el dinero, y sino lo denunciarán por estafa.“Está con nosotros desde primer año. El mejor alumno de la clase, siempre atento y solidario con todos. El típico chico 10. ¿Cómo íbamos a imaginar algo así?”, contó Gisela, una de las damnificadas.
La maniobra fue descubierta cuando el encarado de la recaudación pidió más dinero por las tarjetas, aduciendo que habían aumentado, lo que despertó la sospecha de algunas compañeras que decidieron acercarse al salón a consultar, allí les confirmaron que las tarjetas no habían aumentado, pero les pidieron saldar la deuda cuanto antes, porque sólo se habían depositado 9 mil pesos, una parte mínima del costo total del evento.
Desde ese día, el alumno acusado de estafa, no respondió más los mensajes, ni fue a la escuela, ni pudieron encontrarlo en su casa, “No volvió más a clase. Fuimos hasta su casa. Hablamos con su familia, pero nadie sabe dónde está. Se lo tragó la tierra”, lamentó Gisela.
fuente Misiones on Line